"Los profetas más sabios se aseguran primero del acontecimiento".
- Carta a Thos. Walpole, Horace Walpole
A pesar de estos buenos consejos, supongamos que el estado de Montucky adopta un sistema generalizado de elección de escuela: vales de una cantidad sustancial para todos. Las escuelas participantes, públicas y privadas, son libres de elegir dos tercios de sus admisiones, el resto se decide por sorteo entre los no elegidos.
Otros reglamentos garantizan que todos los padres tengan acceso a la información pertinente, asistencia para desenvolverse en el proceso y el compromiso de las escuelas de dar un trato justo a todos los admitidos, incluido el debido proceso para los casos de expulsión por fracaso escolar o mal comportamiento.
Las escuelas pueden enseñar religión, pero sin exigir la afirmación del discrepante, y así sucesivamente.
Con estas premisas, la pregunta es: ¿Cuáles serán los efectos sociales, cívicos e intelectuales de este sistema?
Cualquier previsión es sólo eso y nada más, pero la insatisfacción actual de los padres y la llegada de amplios sistemas estatales de elección invitan a especular sobre los efectos de liberar a los padres con menos ingresos (o quizá a todos los padres) para que puedan elegir como el resto de nosotros.
He aquí, pues, mi previsión general y básica de algunos efectos importantes.
- La mayoría de los padres de clase media y acomodada optarán por permanecer en el mismo colegio público que ya han elegido al decidir su residencia.
- Los padres con rentas más bajas de la ciudad cambiarán, en un número considerable, bien a otro colegio público, bien a uno de los cada vez más numerosos colegios privados que participan en este barrio.
- La mayoría de las escuelas públicas de los centros urbanos aprenderán a competir en el nuevo mercado, y la mayor parte de ellas serán lo suficientemente populares como para sobrevivir o incluso prosperar.
- El niño de la ciudad empezará a experimentar a los padres y a la familia como un centro de dignidad y autoridad que determina asuntos importantes para sus hijos.
- Los padres con rentas más bajas experimentarán, por fin, autoestima en su papel de ciudadanos responsables; poco a poco, ellos y sus hijos ocuparán el lugar que les corresponde como iguales en nuestra sociedad y se comportarán como tales.
Durante tres o cuatro años, se producirá un caos ocasional mientras las escuelas y los padres aprenden a adaptarse. Algunas escuelas nuevas tendrán una vida breve, ya sea por falta de solicitudes de alumnos, por no satisfacer a los padres que las han elegido o porque el Estado las ha dado de baja por infringir las normas.
Estados Unidos emergerá gradualmente como el verdadero amigo de la familia y la libertad.