Familias de niños con necesidades especiales que se inscribieron en la recién lanzada cuenta de ahorro educativo de Montanas están de enhorabuena.
Un juez bloqueó un intento de detener el programa mientras los tribunales escuchan una demanda que impugna el programa, que se abrió a las familias el 1 de julio. El fallo del juez Mike Menahan, del Primer Distrito Judicial de Montana, significa que las familias participantes podrán seguir presentando reclamaciones al Estado por los gastos educativos cubiertos.
"Este fallo es una victoria para todos los montaneses, pero especialmente para los estudiantes con necesidades especiales cuyas familias pueden utilizar las ESA para pagar los servicios educativos que mejor se adapten a sus necesidades", dijo Thomas M. Fisher, vicepresidente y director de litigios de EdChoice Legal Advocates, que intervino en la demanda para proteger el programa. "Todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades, merecen tener acceso a una educación de calidad, y este programa garantizará que las familias de todo el estado tengan la libertad y la financiación necesarias para proporcionar una educación que satisfaga las necesidades únicas de sus hijos."
La sentencia de Menahan también suscitó los elogios de los defensores de la elección educativa en Montana.
"Estamos encantados con la decisión de no bloquear esta ley a medida que avanza el caso", dijo Kendall Cotton, presidente y director ejecutivo del Frontier Institute, un grupo de expertos que apoya la elección de la educación. "Las familias merecen tener acceso a las mejores opciones educativas para sus hijos, y la decisión garantiza que este programa seguirá siendo una opción para estas familias".
Cotton dijo que ve el fallo como "una gran señal de que finalmente la ley será defendida en los tribunales".
Aprobado el año pasado, el programa permite a los padres de estudiantes cualificados destinar cada año entre 5.390 y 8.419 dólares a la matrícula, el transporte y los exámenes de ingreso de sus hijos en centros privados, así como a otros artículos y servicios aprobados por la Oficina de Instrucción Pública del Estado.
Un grupo de defensa fundado por los superintendentes de las escuelas públicas se unió a un grupo de defensa de los estudiantes con discapacidad para demandar al estado sobre el programa.
Entre otras alegaciones, la demanda sostiene que el programa contraviene la enmienda Blaine del Estado del Tesoro, que prohíbe "las asignaciones con fines religiosos, caritativos, industriales, educativos o benévolos a cualquier particular, asociación privada o corporación privada que no esté bajo el control del Estado".
Los demandantes pidieron al juez que bloqueara el programa mientras se tramita el caso. Juez Menahan dijo que los demandantes no podían demostrar que permitir la continuación del programa causaría "daños irreparables...".."